Hoy hablaremos de Fruela Pérez, el primer guerrero de la Reconquista con nombre conocido. Cántabro, hermano de Alfonso I, junto con sus jinetes consiguió vaciar las tierras del Duero.
Nos encontramos en el Reino de Asturias, a mediados del siglo VIII. Pelayo y su hijo Favila han muerto, y quien ahora gobierna es Alfonso I, hijo del duque Pedro de Cantabria, uno de los pocos godos que habían conseguido resistir con éxito a los moros. El nuevo rey ha conseguido unir estos dos núcleos de resistencia (cántabro y astur) al casarse con Ermesinda, hija de don Pelayo.
Alfonso tiene ya 46 años, y sabe que para que su reino consiga resistir a los moros necesita un espacio muerto entre ambos.
Así, aprovecha que las guarniciones bereberes de la meseta norte se han rebelado contra Córdoba, ganando nuevas tierras y pobladores.
Junto a el cabalga su hermano, Fruela Pérez. Su objetivo es vaciar de pobladores la meseta norte, para poner fin a las rapiñas que llevan a cabo los moros allí afincados que, allí donde llegan, incendian matan y saquean, vendiendo como esclavos aquellos a los que capturan vivos.
El modus operandi de la respuesta astur es siempre similar. Se reconstruyen las viejas defensas, y se organizan expediciones implacables. Se llega a una aldea, se acaba con los moros allí afincados, y se lleva a los lugareños a aldeas al norte de la Cordillera, para que puedan continuar su vida lejos de los musulmanes.
Así, poco a poco, se constituye un reino de Asturias fuerte y con abundante población, y un valle del Duero prácticamente desértico.
A la cabeza de este ejército astur que guarda la meseta se encuentra Fruela Pérez. Sus expediciones, compuestas por miles de hombres, se internaban cientos de kilómetros en el interior de la meseta. Como decíamos la estrategia no era pasar a ocupar el territorio enemigo, sino vaciarlo, para poner tierra de por medio entre ambos reinos y culturas.
Así quedan, por el norte, las antiguas fortificaciones romanas ahora reconstruidas, la mayoría en el puerto de Pajares y La Mesa, siempre cerca del territorio astur.
Por el sur las plazas fuertes moras se encuentran en el núcleo de la vieja monarquía goda, como Mérida, Toledo y Zaragoza.
En medio queda el valle del Duero como escenario de las batallas, donde Fruela encuentra su sitio en el engranaje de la Corona asturiana.
Para la época ya sería un guerrero maduro y experimentado, con un puesto bien asentado en la corona. Murió alrededor del 765, y sus descendientes jugaron también un intenso papel en nuestra historia, como sus hijos Aurelio y Bermudo I, que llegaron a reyes de Asturias, o su nieto Ramiro I, su bisnieto Ordoño I...
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